sábado, 13 de diciembre de 2008

Ludopatía


Ficciones tan reales se tornan verosímiles.

Realidades tan complejas se diluyen entre ilusiones y falsedades.

Molesta la extrañeza de saber leer y resultar lo opuesto,

la locura de participar del todo y encontrarse a la vera de lo imaginario en segundos.

Mis manos se abrieron al azar torpemente,

pronto, mal.

Los deseos se reprimieron bajo la piel consecuentes,

exquisitos, estupefactos.

Un juego sobre la mesa,

y un manual atroz y contrapuesto por jugador,

se confabulan en contra de las intenciones y la armonía de lo permanente,

de la pendiente,

de mi.

Así estamos, así estoy,

En una travesura extravagante, diversa y confusa.

O porque no, mientras tanto, en paralelo,

en una travesura desagradable, única y simple que no quiero reconocer.

Voces que afirman, letras que entumecen, y miradas que delatan son las fichas,

la mente el dado, y el corazón el botín.

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"Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable..." (J.L.B)