martes, 7 de septiembre de 2010

Oda al cigarrillo



Huyendo el cigarrillo hecho humo al cosmos,
presuroso, constante,
baila de libertad después de tiempo atrapado en tabaco y papel.


El fuego emancipa,
reverencia pantomimas de paciencia.
El tabaco se consume en sabor y dibujos,
verticales, ondulados y violáceos.

Odaliscas de humo voluptuoso,
o torbellinos desenfrenados que completan escenas,
se independizan de igual modo
filtrados en compañías necias por soledades esperanzadas,
o en soledades suicidas por compañías añoradas.

Un pretexto asesino que evita la muerte del tiempo en las esperas,
un cigarrillo que se prende en mis labios para no abandonarme en la muerte de tu espera.

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"Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable..." (J.L.B)