sábado, 14 de mayo de 2011

Quizás




Ese canto,
aquel que a la vida se enarbola,
pendula desde el sortilegio de tu existencia,
sobre la pujada serenidad .

Tropiezo con mi sonrisa atontada
y ese hambre de afán voraz.
Hormigueros que sobreviven al veneno de los años.

Otra oportunidad.
Otra crisis acechante.
Otra felicidad mínima que se dispara.

La luz de las nimiedades me encandila,
y estos ojos se subastan al postor condicionado
por la estela de la ilusa timidez.

Quizás de un hoy promisorio
que acompaña mis pasos en la simpleza de una ilusión.

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"Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable..." (J.L.B)