lunes, 25 de octubre de 2010

Quebranto

¡Basta!

  El sonido trasciende los velos

de las ilusiones tambaleantes.

Las corduras del suicida tan simples

como un aleteo hacia el fracaso

se hacen claras ante el miedo.
¡Nunca!


La firmeza del puño se mimetiza

con el dolor de la madera.

Montones de nadas en cuartos vacios,

y la oscuridad del futuro con más neblinas que ayer.
¡No!

                                               La caída
     El desmayo

 El fin
 
 
 
 

 Más allá del límite,

el abismo.
Más allá del abismo,

mi luz extinta y la muerte de mi sonrisa a su lado.



                                                                                   

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"Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable..." (J.L.B)