lunes, 9 de julio de 2012

XVI

  Fluctúa entre los planos y los vértices. Las manos enredadas sostienen los pesos, los párpados implacables.
  Ella mira a través de humo violáceo, ya indiferente, con la pausa de la anestesia eterna. Corre todo alrededor de su indolencia, en torno al silencio de sus músculos, de sus huesos.

1 Comment:

  1. Anónimo said...
    Carina, este texto me gustó mucho! Justo ahora, mirando a través del humo, esperando a que corra todo... Insisto, es un disfrute tus letras. Un abrazo!
    Ely.

Post a Comment



"Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable..." (J.L.B)