martes, 16 de abril de 2013

XIX


   
   Y esta mañana, como todas, me levanto y te quiero. Sé que te quiero desperezándote y con los ojos hinchados; de mal humor y lento, como si no le hubieran dado impulso a tu manivela.

   Peleando te quiero, sí, peleando, para darle gracia a la rutina y fuerza al arraigo.

   También te quiero dudando o cuando se te infiltran certezas. Te quiero de espaldas, aunque lo lindo de quererte de frente está en la magia de las miradas y las sonrisas que mueven cielos.

   Mientras te entiendo y me entendés, te quiero, mientras creamos. Te quiero lejos, y distinto, te quiero cerca.

   Con café en invierno, así te quiero, calor vital, con chocolate y bufanda. Te quiero suavidad pura, con el beso que arrastra los labios antes de plasmarse. Te quiero en pretérito imperfecto y en presente simple.

   En síntesis, mañana me voy a despertar, y lo más probable, creo yo, es que te quiera. No sé, lo intuyo.

0 Comments:

Post a Comment



"Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable..." (J.L.B)